jueves, julio 07, 2022

Bosque Carreteraustralino (por editar)

 


Qué extraño

reconocerse en la rugosidad del pangue

en la forma irregular de los árboles barbudos

la vellosidad escalonada en el brazo de una costilla de vaca

        el despliegue de sus dedos múltiples


en la frondosidad desnuda, elevada, espesa

coronando la columna oscilante de los ñirres viejos

recortada contra un cielo azul, mudo y polar

        la indiferencia lejana del cirroestrato

en la pausa de su floresta mecida por el viento

allí estoy


en la sombra densa y húmeda que mora en las raíces del bosque

en el tronco partido, en el brote nuevo que nace de su fractura

en los nudos del hualle

también allí me reconozco

en las telarañas inconclusas
en la ternura del musgo
no finjo discurso, no aventuro palabra en este santuario
el tránsito de los insectos es más verdadero 
el canto del chucao me evoca una lengua perdida
este silencio
esta complicidad plural y desbordante
me habla