sábado, marzo 13, 2010

fulgor apagado
habitación vacía
cayendo la tarde

el silencio multiplica la repetición de una ausencia
en la monotonía de lo que no ocurre
sobriedad de un espacio sin nada
allí donde debiera manar la vida en abundancia
explanada desértica en donde debía crecer la primavera

le echas la culpa al cansancio
a las rutinas y a tus defectos
aunque en general no hagas nada

en una esquina polvorienta permanece tu vela
el camino cerrado hasta nuevo aviso
la huella sobre la que comienza a crecer la maleza

el lamento no sirve para saber adonde ir
mientras las palabras matan a piedrazos a la voz que te salvaría del naufragio

así que te da vergüenza devolver la mirada
a esos ojos que miran desde el centro de la plaza
en donde el ajusticiamiento infiel procede sin pausa
mientras te das la vuelta y niegas que le conoces.

y sin embargo todavía
bajo el griterío indecente escuchas:
"vuelve de tu noche
vuelve
que esta luz no morirá
si te quedas conmigo"

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