martes, febrero 02, 2010

himno


se oye la vida
en los hombres y mujeres que untan el pan
en el trajín de los platos y las cucharas
en las sábanas desordenadas
en el griterío de las calles
en bancas desoladas de madrugada
en la maleza que crece al costado del semáforo
y en las flores que nacen entre las tumbas

allí la vida se oye
- pero ellos no la escuchan

no perciben su triunfo
en la lluvia que nutre los campos
en las mochilas que caminan al colegio
ni en el cantar del gallo al despuntar del día

canta y vibra
aquí y en todas partes
susurro sibilante, barullo y silencio
el viento que mueve las ramas
es siempre el primero y siempre el último

pero no la escuchan
y salen a las calles por su alimento
y en su caminar atareado
hacen girar la gran rueda
sin buscar su centro

pero no hay tal centro
sino el impulso que mueve al impulso siguiente
el latido que precede a este instante
este momento tan solo
sin misterio
sin secreto
sin cortinas

no la escuchan
porque no sienten ni sus manos
no perciben
que incluso allí en donde piensan en la muerte
- en la agonía última
todavía la vida ha triunfado

la muerte es la muerte
y ella también tendrá su momento
- lo tiene ahora
porque un millón de células murieron de este pensamiento
y el impulso de estas palabras
ha muerto para cuando decido contarlas

y aún así sigo cantando
porque la vida no es las cosas
ni eres tú ni yo
sino la canción de nadie
que persiste sin pausa
que palpita en cada uno

canta conmigo sólo por cantar
olvida lo que mienten mis palabras
y baila hermano
baila sin verguenza
con o sin llanto
pero con los ojos abiertos
y el corazón empapado

porque se oye la vida
allí donde terminan estas palabras



[30.01.10]

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