domingo, octubre 27, 2024

No me digas que no es cierto


No me digas que no es cierto

No declares que no es real

Que la intensidad de mi sentir

Que mi querer adolescente de hombre de cuarenta años

Son ilusiones

 

No confundas irrealidad con brevedad de las cosas.

 

Sí claro,

adoro tu temporada luminosa

tu sol radiante

tu primavera ardiente.

 

Pero en el girar inevitable de las cosas

La noche fría sigue a la luz del verano

 

Y cuando en el invierno las copas de los árboles pierden sus hojas

un aliento congelado abraza sus formas

y en sus manos nudosas no queda verdor, ni fruto ni flor.

Quiero adorar también la fragilidad de tus manos dolientes

la torsión ingrata del dolor en tus huesos

los contornos de tu alma fracturada

 

Déjame besar tu nostalgia muda

Contemplar desde lejos tu invierno distante

Tu ausencia ensimismada

La soledad de tu estancia en la cumbre nevada

 

Permíteme acompañarte en el tránsito irremediable de las cosas

En el desgaste, en la amargura, en el hastío.

 

No me digas que no es cierto

No confundas irrealidad con brevedad de las cosas


No digas que no es cierto

cuando en verdad un fuego me consume

cuando en verdad no duermo las horas suficientes

por compartir con las aves nocturnas el secreto sabor de tus labios

cuando me conmueve el vestido de las flores 

porque sus colores han escapado del crisol de tus ojos

Y porque cuando con esos ojos me miras

quieta

silenciosa

dulce

Yo desaparezco

olvido mi nombre, mi dirección y mi oficio

Y me disuelvo en tu contemplación diáfana

en la enigmática fragancia que habita entre tus pechos

en tu humedad sensual y tibia

en tu caricia envolvente 

en tu presencia menuda y felina.


No me digas que no es cierto

No confundas irrealidad con brevedad de las cosas


Me asumo pasajero, transitorio

Todas las estaciones llegan para retirarse 

Y ni siquiera las estrellas eternas

están ahí ya verdaderamente.


Pero en la fugacidad de las formas

entre la bruma cambiante del mundo

te elijo y te beso sin moderación ni recato

ahora

te estrecho entre mis brazos y me pierdo en tu cabello

ahora

extiendo hacia ti mi floresta de versos

y la amplitud de mi tacto

ahora

ahora elijo amarte

y vertir en tu cuerpo mi sudor, mi sangre y mi ceniza

ahora

aunque la condena sea la muerte inevitable

aunque el tiempo asesino tenga una cita final reservada para nosotros

te deseo, te quiero, en verdad me entrego y me pierdo en tí

ahora.


no digas que no es cierto

no confundas irrealidad con brevedad de las cosas.



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