A veces,
a veces cuando lo pienso,
cuando realmente me detengo, y
pauso mis ocupaciones de hombre
Me doy cuenta.
Me doy cuenta,
y una sensación cálida y furiosa me incendia e irradia
desde el corazón, hacia cada alvéolo, cada capilar y cartílago
me inunda, me desborda, me sobrecoge y me lleva al llanto.
Me doy cuenta, y lo entiendo
que soy la arena
que habla y piensa
que de un hombre ha tomado la forma breve
- - un hombre más, apenas, entre las formas
múltiples
arbitrario y solo a la orilla del océano sin nombre
y entre las figuras diversas
mis hijos,
mi compañera,
mis padres,
mis amigos
Durando brevemente
bajo el sol de mediodía
en el intersticio de las olas
en la pausa, en el instante evanescente,
en la fracción minúscula que asumimos garantizada
Soy
soy ahora
la arena
a ser borrada en la próxima marea